Embarazada Plan de Parto

Prepara tu Parto. Tip 6: El plan de parto, parte I.

Cuando hablamos de un parto respetado, hablamos de que se respeten los deseos y preferencias de la embarazada, así como el proceso natural del parto y las necesidades naturales de nuestro bebé.

Pero para saber qué preferimos y poder pedirlo, necesitamos estar bien informadas. Y es necesario también que comuniquemos de forma correcta nuestras decisiones al equipo que nos atenderá el día del parto. Pensar que durante el proceso de parto podrás ir expresando tus deseos sobre la marcha, hacer preguntas y conversar con el personal sanitario, es un error. Ese día, contra menos preocupaciones tengas, mejor. Tu cuerpo se va a transformar, tu mente se va a centrar en tu universo interior y vas a desconectar literalmente de lo que te rodea (o debería ser así para que el proceso fluya lo mejor posible).

El plan de parto es un documento en el que expresamos nuestras preferencias, necesidades, deseos y expectativas sobre el proceso de parto y del nacimiento de nuestro bebé. Se puede elaborar en cualquier momento de la gestación, aunque un buen momento es a partir de las 32-34 semanas porque ya estarás asistiendo a las clases de preparación al parto o ya habrás tenido tiempo de consultar libros y de informarte, y por lo tanto sabrás lo que quieres poner en él.

Este documento lo entregarás en el momento de ir a urgencias al ponerte de parto; en el caso de que el seguimiento de tu embarazo lo esté haciendo una única persona, y sea ésta persona la que atenderá tu parto, puedes dárselo y comentarlo previamente.

El plan de parto es flexible porque, si en algún momento o en el momento activo del parto las circunstancias cambian, bien porque has cambiado de opinión o por una situación que se presente que no era previsible, los profesionales podrán actuar en consecuencia, pero siguiendo siempre tus preferencias.

Podemos dividir en tres grandes grupos los aspectos sobre los que tomar decisiones: el periodo de dilatación, el parto y el bebé. Vamos a analizar en profundidad el primer grupo en este post.

 

PERIODO DE DILATACIÓN

Espacio físico: ¿Qué necesito? Los tipos de salas de parto, equipamiento, comodidades, etc., no son iguales en todos los hospitales/clínicas. Si puedes, es bueno visitar previamente el centro al que acudirás para el parto, infórmate sobre sus protocolos y piensa si tienes alguna preferencia o si quieres hacer alguna petición. Lo ideal es encontrar un espacio que favorezca la intimidad, un ambiente tranquilo sin frío ni luces intensas.

Acompañamiento: ¿Quién me acompañará? ¿Mi pareja? ¿Mi hermana? ¿Mi madre? ¿Una doula? Lo ideal es que me acompañe en este proceso alguien cercano a mí y que comparta conmigo y me apoye en lo que deseo para mí y mi bebé.

Enemas: ya no se aconsejan; si te lo quieren poner, tendrán que informarte antes del motivo y pedir tu consentimiento, así como para cualquier otra intervención.

Rasurado: quitar el vello genital antes del parto es un procedimiento obsoleto que tampoco está aconsejado.

Líquidos: Puedo beber líquidos, agua o zumo.

Canalización de vía endovenosa: La canalización de una vía venosa no es imprescindible en los cuidados de un parto normal. No obstante, si es necesaria se puede mantener sin estar conectada a un sistema de goteo; esto permite una buena movilidad.

Movimiento: Es recomendable que puedas moverte con libertad durante el periodo de dilatación, así estarás más relajada y disminuirás tu sensación de miedo y tensión, además de favorecer la dilatación, colocación y descenso del bebé y ayudar en la gestión del dolor.

Monitorización del bebé: Durante la dilatación y el parto se debe controlar el estado del bebé. Esto se puede hacer de forma tradicional escuchando los latidos del corazón con una trompetilla (estetoscopio de Pinard) o con aparatos electrónicos que actualmente permiten realizar esta vigilancia de forma más precisa y continua en caso necesario. En el control de un parto que evoluciona normalmente no se requiere estar conectada permanentemente a un monitor, lo que permite una mayor libertad de movimiento y más comodidad. Si se opta por el uso de analgesia epidural será necesario un control más continuado. De ser necesaria una monitorización continua, se puede realizar de forma externa, con un aparato sujeto por correas al abdomen.

Tactos vaginales: En todos los casos se deben realizar el mínimo número necesario de tactos vaginales para evaluar la evolución de tu parto por el personal que te asiste, y siempre pidiendo tu consentimiento.

Administración de medicamentos para acelerar el parto: No se deben administrar medicamentos (oxitocina u otros) para acelerar el parto por rutina, salvo que exista una indicación para ello. En caso necesario se te ha de informar y solicitar tu consentimiento.

Manejo del dolor: Si has podido estar en un ambiente tranquilo, íntimo y con movilidad, tu percepción del dolor disminuirá, ya que en estas condiciones el cerebro de la mujer produce de forma natural sustancias analgésicas. Si necesitas métodos para aliviar el dolor, puedes pedir técnicas no farmacológicas como la esferodinamia, hidroterapia, aromaterapia, masajes, etc. Y si se precisa analgesia farmacológica, puedes pedir el óxido nitroso (no existe en todos los hospitales) y, finalmente, la analgesia epidural.

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